Conversaciones
Oscar Marchesotti
Adiós a la Estancia Grande


Sus padres fueron de los primeros pobladores de City Bell.
Trabajó en los últimos tiempos de la Estancia Grande y en su memoria
atesora no pocos recuerdos de la historia del pueblo, que contó en una entrevista realizada para el libro "City Bell-Crónica de la tierra de uno".
Como "yapa", un relato en primera persona de la historia de su familia y riquísimos recuerdos gráficos, que hizo llegar a través de su hijo Claudio.


Nacido en 1932, hijo de don Alejandro Marchesotti y perteneciente a una de las primeras familias habitantes de City Bell desde el mismísimo año de la fundación, Oscar Marchesotti hila recuerdos para aportar a esta historia

"Mi padre traía verduras del campo de berros que estaba atrás del cementerio, donde ahora está el camping de UPCN -arranca su relato-. Los quinteros se juntaban en 7 y 50, en La Plata, y llevaban la verdura al mercado de Abasto por el camino Belgrano, en carros tirados por caballos. Creo que mi abuelo fue uno de los primeros que tuvo panadería acá, en Cantilo entre 20 y 21", en la edificación que por décadas fuera propiedad de la familia Del Tufo.


"Don Lisandro". Alessandro Amalio Clemente Marchesotti,
todo un pionero de City Bell. (Álbum familiar)


Los recuerdos de Marchesotti arrancan mayormente en la década del '40, y como para ponerlos a prueba hace un repaso por la guía telefónica de entonces: "Tomassi tenía el 59; el almacén El 26 se llamaba así porque ese era su número telefónico; Catalano tenía el 23; La Modelo (almacén de Cantilo y 19) el 25".

Oscar tiene memoria de que el primer corso de carnaval fue en el camino Centenario, entre barrera y barrera. En esa época, además de la barrera de Güemes había otra a la altura de la calle 10. "Por ahí pasaba el Expreso Buenos Aires, despacito, por el medio del corso, y luego seguía viaje normalmente".

Y en su relato deshilachado, acota: "El primero que edificó cuando se hizo la plaza Belgrano fue Forzat; la primera confirmación -se refiere al sacramento- se hizo en el camino Belgrano y Alvear, bajo una carpa enorme. Y fue el primer robo: a un auto, lo calzaron sobre troncos y le robaron las ruedas".

A los micros de la línea 3 les decían las "cucarachas": tres asientos de cada lado y los del fondo. "Gravellone era primero boletero y después chofer -asegura Marchesotti-. Otros choferes eran Santana, Vásquez. El inspector se llamaba Di Croce. La terminal la tenía en la Plaza Moreno, primero frente a la Municipalidad, y después frente a la Catedral. Muchas veces, esperaba para salir que terminaran las películas en los cines, entonces pasaba por el San Martín, subíamos, y el chofer preguntaba si no faltaba ninguno. Después pasaba por el cine París y lo mismo. Y hasta que no estaban todos los que habían tomado el micro a la ida, no arrancaba. El Flecha del Plata -antecesor de la Línea 3 Expreso City Bell- tenía medio anaranjado arriba y abajo color chocolate".


Pionero. Antigua fotografía de los tiempos
de su establecimiento en el nuevo pueblo. (Álbum familiar)

Pocos años atrás Oscar Marchesotti organizó una fiesta para los primeros pobladores, llegados a City Bell entre 1914 y 1920, la cual se ocupó de difundir el canal 2. Mariscotti, Arezmendi, Büchele, Gamerro, estaban entre los convocados.

Marchesotti recuerda a la perfumería Laurent, en Cantilo entre 17 y 19 -hoy un pequeño complejo de viviendas- y la envasadora de vinos Calvet, que después fue la licorería Cointreau, fabricante del famoso licor homónimo, del Rhum Negrita y el anís 8 Hermanos. Actualmente ocupa el edificio una empresa de tecnología médica.
"En la calle 2 había un zanjón que venía de Güemes hacia el arroyo Carnaval. Medía 70 u 80 metros, y nosotros, para ir a la escuela entrábamos por una punta y salíamos por la otra", rememora Marchesotti, para citar también el Ford a bigotes de Mariscotti, que a menudo se usaba para llevar a las parturientas a La Plata.

La manzana que ocupa actualmente el Club banco Provincia con sus canchas, estuvo originalmente destinada a cementerio público, aunque nunca funcionó como tal. Sí, en cambio, fue utilizada por el Argentino Juvenil como cancha de fútbol y pista de careras de autos de la categoría "midget". "La inauguración de la cancha de fútbol del Juvenil está filmada", asegura Marchesotti, y el cronista se pregunta si aún existirá esa joyita documental.

"Strauss, Dezza, Speroni, Cifuentes, Carbone, Lima. Urdaniz, Rodríguez, Guglielmino, López, Quintana, Villaverde, Trebino, Ortale, Villafañe, Zambano, Piccollini, Ragner (¿?), Falcón, Denlor (¿?) Gaona, son apellidos que desfilan por la memoria del entrevistado y uno sabe que Speroni fue un gran escritor y soñador, que Trebinofue elsegundo médico después del doctor Raffi, que Rodríguez tuvo la primera farmacia en Centenario y 15 y que después la compró Abel Guglielmino, quien la trasladó a Cantilo y 4 para recalar, con sus actuales duelos, media cuadra más hacia la estacón. Ortale y Zambano fueron pioneros en materia de fomento edilicio, y sabemos que con eso nos quedamos cortos. Y don Oscar agrega, en tono confidencial: "Figueroa tenía la primera tienda, en Cantilo entre 20 y 21".

Sin embargo, la frutilla de la torta aparece cuando, como al pasar, cuenta ante el grabador del cronista: "Trabajé en la Estancia Grande cuando tenía 11 o 12 años, pero no estaba con los peones. Llegaba y me daban el desayuno. Tenían cuatro perros Gran Danés y otros diez también grandes, en un compartimiento que yo tenía que lavar con manguera a presión. Después me daban un látigo para que los llevara a pasear por la estancia. A las 12 ya los dejaba sueltos, comía, hacía la siesta, y después me mandaban a cortar flores o juntar fruta (tenían duraznos y frambuesas hermosísimos). Me mandaban a juntar cardo azul, que usaban para cortar la leche para hacer maneca. También tenían matadero", dice.

Pero llegó 1944, el año de la expropiación, no mucho después de la muerte de Percival Bell, y el joven Marchesotti fue despedido, previa indemnización de rigor, porque ya las cosas no serían como antes. No habría más estancia, y el último lazo de la familia de don Jorge Bell con estas tierras que fueron su orgullo, acababa de ser interrumpido por el golpe de timón de la historia.


La Familia Marchesotti en City Bell
Escribe: Oscar Ángel Marchesotti

Me llamo Oscar Ángel Marchesotti y tengo 77 años. Me gustaría compartir con ustedes un poco sobre la familia Marchesotti y su larga historia en nuestro querido City Bell. Todo comenzó allá por fines de los años de 1800 en Italia.

Mi padre, Alejandro "Lisandro" Marchesotti (nombre original: Alessandro Amalio Clemente Marchesotti) era hijo de Giusseppe Marchesotti y de Giusseppa Zuaccarelli. Nació en Garbagna -Alessandría-, Italia, el 11 de febrero de 1889.
Llegó a la Argentina procedente del puerto de Genova en el barco Savoia el 6 de diciembre de 1906. Para el año 1914 ya se encontraba instalado en City Bell, ganándose la vida como agricultor y transportando verdura a la ciudad de Buenos Aires por el viejo camino General Belgrano.

Ángela Elena Venetti era hija de Eugenio Venetti y María Raffo, nacida en Sestri Levante -Genova-, Italia el 1 de marzo de 1901 (no tengo datos ciertos de su llegada al país).

El 21 de junio de 1921 se casaron en la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Tolosa y se instalaron en una casita en una zona de quintas en lo que hoy sería el barrio "La Emilia", hasta que una tormenta y viento muy fuertes les destruyó la casa. Debido a este problema se trasladaron a la que fue su casa definitiva en la calle 21 entre Cantilo y 13.

Luego nacieron mis hermanos: Alejandro, José, Isabel y Jorge (ya fallecidos). Alejandro se casó con Delia, José con María Rosa, Isabel con Raúl, Jorge con Celia "Tita" y yo con Lucrecia "Tota".

Estos matrimonios dieron varios hijos, los nietos de "Lisandro", Alejandro "Tito" y Miguel (Hijos de Alejandro y Delia) José y Pablo (hijos de José y María Rosa), Claudio y Gustavo (Hijos de Oscar y Lucrecia "Tota"), Daniel y Mónica (hijos de Jorge y Celia "Tita"). Hoy tengo muchos sobrinos nietos y bisnietos.

Yo, nací el 25de agosto de 1932 en la casa de cale 21 entre Cantilo y 13 y cursé la primaria en la Escuela Nº 12 a partir del año 1940.

Me case con Lucrecia "Tota" González el 4 de diciembre de1958, tuve 2 hijos: Claudio, nacido el 24 de enero de 1964 y Gustavo, nacido el 29 de julio de 1966 y hoy tengo dos hermosas nietas, hijas de Gustavo y Graciela Ruiz: Milagros y Malena.

Trabajé en los Astilleros de Río Santiago entre el año 1952 y el año 1955. Entre los años 1961 y 1967 tuve un almacén en la esquina de Cantilo y 21 con el que luego me trasladé a la esquina de Cantilo y 19: el "Almacén Modelo", frente al Argentino Juvenil Club. Además, trabajé como encuadernador en la imprenta de la Municipalidad de La Plata desde el año 1956 hasta mi jubilación.

Entre los años 1986 y 1990 integré la comisión del Argentino Juvenil Club y fui presidente del "Circulo Amigos de City Bell" entre 1990 y 2000.

Tengo muchos recuerdos de mi vida en este hermoso lugar, como mis clases de catecismo con sor María Ludovica en la iglesia "del Padre Dardi", como todos la conocemos, a la que vi construir, y que fue inaugurada con nuestra primera Comunión. Recuerdo también los grandes bailes de carnaval y campeonatos de "papi fútbol" en el Argentino Juvenil Club.

Hoy, luego de tantos años -más de cien desde la llegada de mi padre- "Los Marchesotti" somos muchos y lo mejor de todo es que seguirán naciendo muchos más. Pero además, hay algo muy lindo que me llena de orgullo y es que seguimos viviendo en City Bell y todos muy cerca, como siempre.

Les dejo algunas fotos, documentos y objetos personales, muchas gracias a todos.


Hoy. Oscar y Lucrecia en la actualidad.
(Álbum familiar).
Sí, quiero. Oscar recibe como esposa a "Tota" González. El padre José Dardi imparte el sacramento. (Álbum familiar).

Oficio. Oscar Marchesotti en el taller de encuadernación. (Álbum familiar).

Navidad. Reunión familiar en la casa de 21 entre Cantilo y 13. (Álbum familiar).