CB Historico
"La Clínica" que ya no está


El doctor Ricardo Berri evoca los orígenes del centro médico
que funcionó en la esquina de Cantilo y 7, último lugar
de "aterrizaje de cigüeñas" que tuvo City Bell.


Tal vez el mayor déficit del City Bell actual sea la ausencia de centros asistenciales con internación. Exceptuando los geriátricos, no hay instituciones médicas con ese servicio, tal como lo hemos tenido hasta que en 1992 cerrara definitivamente sus puertas la tradicional
clínica de Cantilo esquina 7.

Amado y odiado al mismo tiempo –es casi una constante en la generalidad de los sanatorios y hospitales- el Instituto Privado de Clínica y Cirugía City Bell encabezado por el doctor Ricardo Berri hacia mediados de la década de 1960 cubrió una necesidad local que
nadie pudo reemplazar.

Alguna vez hemos citado palabras del enfermero Adolfo Etchevarne, lamentándose que desde el cierre de la Clínica, ya no nacen chicos en el pueblo. Es decir, no hay “nuevos” citybellenses nativos.

De una conversación entre Citybellinos y el doctor Carlos Castilla-quien también fuera Director de ese establecimiento- surgió la idea de que el doctor Ricardo Berri escribiera algunos recuerdos sobre los orígenes de la Institución.



Cantilo esquina 7. La casa a partir de la cual se construyó la clínica,
según un folleto promocional de 1939.


Orígenes de "la Clínica"

Escribe Ricardo A. Berri, especial para Citybellinos.

Ante una consulta, sugerida por el Dr. Carlos Castilla acerca de mi experiencia de vida en la ciudad de City Bell, con mucho agrado accedo a la misma.

Mi nombre es Ricardo Alejandro Berri, de profesión doctor en medicina. Habiendo rendido mi última materia de la carrera en setiembre de 1952, me gradué en 1953.

En enero de 1955 me radiqué con mi familia en City Bell (en ese entonces, mi señora y una hija) con la intención de abrir mi consultorio. Junto con mi concuñado -también médico- y su familia, constituida por su señora, gemela de la mía, y una hija. Fue en un antiguo y espacioso chalet que pertenecía a la familia Badessich.

Por esa época, en el pueblo atendían sus consultorios otros tres colegas: el Dr. Raffi -desde poco antes de 1930-, el Dr. Horacio Trebino y la Dra. Silvia Dora Narbaitz. Poco tiempo después se instaló el Dr. Eugenio Crivaro con la especialidad de pediatría. Creo que después de 1960 se instaló como clínico el Dr. Guillermo Krikava.

Durante lo primeros diez años, mientras seguía especializándome en cirugía, tenía consultorio y atención de domicilios durante todo el día y hasta altas horas de la noche, incluyendo horas de la madrugada y en un radio que abarcaba desde el deslinde con Gonnet , Villa Elisa y Gorina. En esa época no existía el asfalto en estas localidades con la excepción de los caminos Centenario y Belgrano y el mejorado de la Av. Cantilo. Debía llevar en el baúl del coche palas, tirantes y faroles para poder enfrentar y solucionar encajaduras muy serias.

En 1964, conversando con mis colegas Eduardo Acebal, Eugenio Crivaro, Narbaitz y Carlos Larrea (de Villa Elisa) acerca de la necesidad de la población de contar con un establecimiento sanitario, surgió la idea de fundar una clínica .Hasta ese entonces, ante emergencias con riesgo de vida, debíamos recurrir al jefe del cuartel del 2 de Comunicaciones -hoy 601 de Comunicaciones- para que se nos facilitara la ambulancia para el traslado de los enfermos a la ciudad de La Plata.

En esa inteligencia, promediando el año 1964 y sabiendo que en Cantilo esquina 7 un antiguo Chalet, propiedad del coronel médico Fornari y donde funcionaban varios consultorios externos se encontraba en venta , lo entrevisté y cerré la operación de compra.

Informados los colegas, ut supra mencionados, se sobresaltaron ante el temor de que no se pudiera juntar el dinero necesario. Fue entonces que entrevisté al gerente del banco Río de la plata, Sr. Francisco Occhipinti, quien enterado del destino del dinero facilitó el préstamo, terminando con las preocupaciones de mis colegas. Concretada la operación bancaria de inmediato se confeccionaron los planos de la ampliación del chalet y se dio curso a las obras. Así en 1965 se inaugura la flamante clínica, con una capacidad de 12 camas, quirófano y sala de partos, además de varios consultorios y sala de rayos X., cocina, laboratorio de análisis clínicos, banco de sangre y depósitos.

Durante 26 años fui presidente del Directorio y Director Médico, primero de la S.R.L.
Instituto Privado de Clínica y Cirugía City Bell y luego de la S.A.

Con el correr de los años sufrió varias ampliaciones, con la previa adquisición de terrenos linderos y así se la llegó a dotar de 32 camas, terapia intensiva y 10 consultorios externos, con atención de todas las especialidades y servicio de guardia con profesionales seleccionados de gran calidad humana y profesional.

A partir de 1992 por dificultades económicas, junto al deterioro de la seguridad social -los mismos inconvenientes que tuvo el maestro Dr. René Favaloro-, se fueron dando las condiciones para su cierre definitivo.